Querido cuaderno de Bitácora, décimo octavo día del tercer viaje.
Hemos vuelto a dormir muy bien. Según el reloj, unas 9 horas de las cuales casi 8 han sido de sueño real. Que dure esta racha de buen sueño.
Ya ha amanecido y otro día de agua… Vaya rollo. Según las previsiones no dejará de llover hasta pasadas las 13 horas. Veremos a ver.
Los grumetillos ya han desayunado y los he acompañado hasta la escuela. Luego será tiempo de quedarme en casa haciendo cosas mientras viene la tripulación de tierra a por mí preciado líquido rojo. Hoy es jueves, por lo que toca revisar cómo están los valores de los componentes de la sangre. Después de que se vayan, seguiremos haciendo cosas y llegará el turno de la comida. Y puede que después vayamos a dar un paseo. Aún no sé a dónde me llevarán mis pies. Quizás a sitios nuevos, o a repetidos, pero en los que poder ver con otros ojos, y desde luego con otra luz, tanto el paisaje como el paisanaje. Ahora cada vez tenemos ya menos luz. Hoy estando nublado a eso de las 15 horas será ya de noche o casi.
Ya por la tarde iremos a recoger a la grumetilla Gadea. Y más tarde prepararemos las viandas de la cena y a dormir.
Y por hoy, mi diario, no te escribo nada más.
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