Estocolmo, 14 de marzo de 2022

Querido cuaderno de Bitácora, una nueva vida empieza y se acaba otra.

Mi Diario, te repito casi lo mismo que la última vez que te reflejara en estas páginas mis pensamientos. NO me olvido de ti, no hay día que pase en el que no me acuerde del cáncer, ni del mío ni de los cánceres de gente a la que conozco. Eso no es malo, en serio, la vida es así, y así debemos vivirla. Aceptando los contratiempos que nos acontecen, tratando de solventarlos de la mejor forma posible, y tratando de extraer de esas vivencias las cosas buenas, y aprendiendo como sortear las malas.

Hoy te escribo, porque cerramos un capítulo de mi vida, que nunca querría haber empezado. Pero del que he aprendido mucho, y creo que me ha hecho más fuerte en muchos aspectos. Así lo siento, y así lo creo.

Como te anticipaba, hoy tenía revisión de los dos años, aunque haya pasado un poco más. El caso es que la analítica de la semana pasada ya anticipaba que todo seguía en orden.

Pero claro, hasta que no te lo dice el doctor pues no lo confirmas. Además, allí en la consulta verifican respiración, corazón, estado de los ganglios linfáticos mediante palpación, etc. Pues en esta revisión, que podía ser ya la última, pues así ha sido. Me han confirmado que, tras este período, ya no procede el seguir controlándome, al menos ellos. Así que podríamos decirlo, hoy he recibido el ALTA Definitiva de Hematología.

No te diría la verdad, MI Diario, si hoy no fuera un día feliz en mi vida. Lo es, pues ya, digamos que no debo tener en mente o pensar en siguientes citas. Seguiré intentando controlarme por mi cuenta una vez al año. Si es un año en el que coincide con el control de la empresa, pues evito hacer otro, y sino mientras sigamos viviendo en Suecia, pues pido cita en el Centro de Salud para controlarme.

Si que, para cerrar este libro, falta solo el capítulo del catéter. Para quitarlo, la cita de la cirugía está pedida, pero estoy en lista de espera. Ya me han adelantado que, aunque es una cirugía de 15-20’, esta puede ser dentro de muchos meses o incluso un año. Solo queda decir que Paz y Ciencia, Paciencia.

Y la verdad Mi Diario, poco más que contarte. Cierto es que muchas cosas pasaron desde aquel mes de noviembre. El mundo sigue corriendo, no se para, días tristes los que vivimos. Parece mentira que el ser humano sigua siendo eso, ser humano. Intentando resolver sus conflictos imponiendo la fuerza. Solo desear que más pronto que más tarde, el conflicto e invasión de Ucrania se resuelva y con la menor pérdida de vidas humanas que sea posible por ambos lados.

Mi Diario, con estas últimas palabras quiero al menos despedirme de ti. Inicié este Diario allá por el mes de septiembre de 2019. Durante mucho tiempo fuiste junto con mi familia mi consuelo diario con el que pude sobrellevar lo mejor posible este trance. Entre medias me decían que ayudaba a otra gente, lo que me hacía sumamente feliz. En mi vida una de mis máximas es la de poder ayudar a los demás de alguna forma. Si solamente con el gesto o el acto de escribir ayudaba a gente a decenas, cientos o miles de kilómetros de mi casa con mis palabras en Español o con mi intento en inglés, que mayor placer podía sentir yo. Gracias Mi Diario. Gracias, Estuviste allí, estás aquí, y estoy convencido que seguirás estando en el futuro. Puede que te escriba para cerrar el capítulo y el libro de mi Linfoma de Hodgkin cuando me quiten el catéter. NO lo se a ciencia cierta. Mientras tanto, Mi Diario,

Gracias por estar junto a mí. Mi Familia, Dios y tú, sois lo más importante que tengo.

Las últimas palabras no podrían ser otras que agradecer de forma infinita a Marta, ella ha estado, está y estará siempre ahí. Gracias mi Vida, te quiero mucho. Te lo digo menos veces de las que lo mereces.

Os quiere mucho, el grumete de secano Nacho.