Querido cuaderno de Bitácora, vigésimo tercer día de una nueva vida. Mi Diario, ayer el día transcurrió como pensara con la salvedad que no salí a correr… Sigo en ese estado de no encontrar la motivación de salir. Supongo que la vuelta a la rutina del trabajo sea en parte responsable. Poco a poco espero

Querido cuaderno de Bitácora, vigésimo segundo día de una nueva vida. Ayer mi Diario, pues tercer día de regreso a la oficina. Poco a poco vamos cogiendo algo de ritmo. No es lo mismo estar todo el día en la oficina que trabajar a ratos desde casa como lo hiciera en septiembre y octubre principalmente.

Querido cuaderno de Bitácora, vigésimo primer día de una nueva vida. Mi Diario, ayer el día acabó más o menos como os contara. Pocas novedades ha habido. Hoy el día parece ser como el de ayer, fresquito. Tras dejar a los grumetillos en la Escuela, a pedalear se ha dicho rumbo al trabajo. Poco a

Querido cuaderno de Bitácora, vigésimo día de una nueva vida Ayer mi Diario, fue un día especial en mi vida. Te reconozco que aunque hace un par de meses ansiaba estar trabajando y de un tiempo a  esta parte menos. Hoy he sentido algo especial. Te reconozco que cruzar la puerta del garaje para aparcar

Querido cuaderno de Bitácora, décimo noveno día de una nueva vida. Ayer, mi diario, quedamos al mediodía con Rafa y Paula y los grumetillos. Y por la tarde con Artur. Un gran día. Y hoy qué contarte. Ha llegado el día. Ese que se ansía mucho cuando empiezas una expedición de este tipo. Ese día

Querido cuaderno de Bitácora, décimo octavo día de una nueva vida. Ayer mi Diario, el día fue como los clásicos sábados desde que llegáramos a Estocolmo aquel 7 de agosto de 2017. Levantarnos, desayunar y coger un coche para ir a hacer la compra. Para llegar a casa y hacer la comida, reposar y dar

Querido cuaderno de Bitácora, décimo séptimo día de una nueva vida. Hoy por la noche, otra buena noche de sueño. La grumetilla ya pasó su catarro y eso ayuda bastante. Hoy como sábado que es, pues turno de hacer la compra para la semana. Luego hacer la comida y seguir preparándonos para el regreso al

Querido cuaderno de Bitácora, décimo sexto día de una nueva vida. Ayer el día como os contara fue muy tranquilo. Durante el día en casa con la grumetilla Gadea y por la tarde yendo al dentista a empastar una muela al grumetillo Martín. ¡Qué tío! Ni una queja con la anestesia ni nada. ¡Ha salido

Querido cuaderno de Bitácora, décimo quinto día de una nueva vida. Mi Diario, ayer al final me puse a andar y andar y andar, pues quería ir al centro a mirar unas cosas…  al final fueron unos 12 kilómetros. En fin, como dicen algunos “cosas del directo”. Llegué a comer a una hora muy tardía

Querido cuaderno de Bitácora, décimo cuarto día de una nueva vida. Ayer mi Diario, al final el que pensaba que iba a ser un día tranquilo, no lo fue. Por la mañana nada más llegar de acompañar a los grumetillos a la escuela me puse con la prótesis de mano. La conseguí montar antes de