Querido cuaderno de Bitácora, undécimo día del segundo viaje.
Ayer tras el paseo en bici, que fue súper agradable por llegar a ese Palacio Real de verano, hice lo que os contara. Meriendas, cenas e ir a dormir.
Esta noche he dormido bastante para lo que estaba acostumbrado, cerca de 6 horas. El reloj me dice que no son todas de sueño profundo, pero al menos no he estado leyendo durante mucho tiempo. Algo que está genial.
Ha amanecido el día con ligeras lluvias. Veremos cómo son, para poder dar un paseo por la mañana o tenemos que aguardar a la tarde.
Preparadas las viandas del desayuno de los grumetes que quedamos en casa. Tras dejar a Gadea en la Escuela, turno de trabajar un poco, hacer la comida y salir a dar el paseo. Otro día os comento lo que suelo comer. Muy asociado con subir defensas y tratar de paliar la anemia. Ya que la tripulación de tierra vendrá por la tarde. Que me tiene que traer muchas pócimas mágicas, ya que se me van acabando. Y a extraer ese preciado líquido rojo. Hoy sabremos cómo ando de defensas (presumimos que bajas, pues la quimioterapia las sacude) y también cómo tenemos otros valores como la hemoglobina, que hace una semana ya estaba en valores de anemia, pese a poder seguir haciendo bastante ejercicio. Mañana os cuento.
Luego esperar a que nos traigan la comida para unos cuantos días más desde la tienda de Ultramarinos. Y turno de lo de siempre, meriendas, cenas e ir a dormir.
Y mi Querido Diario, seguimos avanzando con paso firme y rumbo a esa isla soñada de gozo y felicidad.
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