Querido cuaderno de Bitácora, décimo sexto día del quinto viaje.
In memoriam María Jesús.
Diario, mientras te escribo esto, lo hago con alguna lágrima en la cara. A Mª Jesús no la conocía personalmente, habíamos hablado por teléfono y ella me dio muchos ánimos al principio de esta dura expedición, allá por agosto y septiembre. Ella había pasado por el Linfoma de Hodgkin y desde hace dos años, según me contó, estaba en remisión completa. Algo ha ocurrido en estos dos meses pasados que ha hecho que ya no pueda estar con nosotros. D.E.P. Mª Jesús solo te puedo dar las gracias por aquellas palabras y aliento. Allí desde arriba nos guiarás a muchos. Las palabras que me contabas en texto y audio transmitían alegría. Qué lástima no haber tenido la oportunidad de poder haberte conocido en persona. Lo siento mucho de corazón. Gracias. Gracias.
Mi Diario, lo siguiente que te cuento, tiene o cobra menos importancia tras lo de Mª Jesús. Ayer como te dijera, vino la tripulación de tierra. Esta visita me arrojó dos cosas buenas. La primera es que pudieron extraer el preciado líquido rojo desde el catéter. La segunda es que los resultados de la analítica del preciado líquido vienen a indicar que los neutrófilos siguen en subida y ya ha entrado el valor en la horquilla deseada. ¡Bien! Y que el resto de valores siguen subiendo. En estas fotos muestro los valores de la analítica desde que empecé los viajes en alta mar.
Hoy, en breve, amanecerá uno de los días más esperados desde hace mucho tiempo. Hoy es 24 de diciembre, pero además de esa fecha es el día en el que veré a mis padres y hermanos. Ellos, que desde la distancia me han estado animando, oyéndome en mis largas charlas con mis padres durante mis paseos, aguantándome alguna vez mi mal carácter (os pido de nuevo perdón por ello). Pues hoy nos volveremos a ver. Y seguro que alguna lágrima caerá, como ocurre ahora mismo mientras escribo estas líneas. La distancia ha hecho esta expedición aún más dura. A Susana y Mario no les veo desde junio. A Eva desde agosto y a mis padres pues una semana después de agosto, semana en la que me hicieron la biopsia que reveló que mis fiebres eran debidas a ese “amigo” no querido: la enfermedad oncológica Linfoma de Hodgkin. Pues hoy nos volveremos a ver y a abrazar. Pues si Dios quiere, hace poco he vuelto a nacer.
La vida nos pone a veces esas piedras en el zapato que hacen que nos sea más difícil andar. Esas piedras o dificultades que sorteamos con mayor o menor alegría, optimismo, determinación, etc. Pero a veces, es triste o duro, que hasta que no pasa eso no nos damos cuenta de la importancia que damos a ciertas cosas en la vida, que no lo son tanto. Y como a otras que no valorábamos tanto o no le dábamos y prestábamos importancia, ahora se la damos. Siempre diré que me siento AFORTUNADO. En esta expedición estoy aprendiendo muchas cosas. Aunque parece que la expedición va bien, es dura muy dura. En lo físico no lo ha sido en demasía, pero en lo psicológico, sí. Nunca en mi vida me imaginé que podría estar pasando por algo así. Pero es así como vienen las cosas, y así es como debemos afrontarlas. Intento ser un grumete optimista y pensar en positivo. Pero siendo consecuente y sabiendo que no tengo un catarro. Que estoy en tratamiento contra una enfermedad oncológica o cáncer. Que sí, que es de las de mejor pronóstico de curación; pero siempre, como todos, tendremos esa espada sobre nuestra cabeza. Esa espada que debido al tratamiento recibido nos hace más sensibles ahora y luego a ciertas enfermedades. Pero sabes que, al igual que estoy afrontando esta expedición, si llegara otra igual, pues como Mª Jesús me contaba, seguiremos siendo optimistas. Si yo lo soy y estoy animado, mi entorno lo podrá estar también.
Diario, sé que soy un pesado. Pero te animo, a ti que me lees. Párate un momento y piensa si de verdad las prioridades de tu vida están en el orden correcto. Estamos a tiempo de reordenarlas y te animo a que lo hagas. Esa venda que se me cayó durante la expedición ha hecho que vea la vida de una forma más maravillosa.
Mi querido diario, hoy es un día algo triste. Una amiga ha cruzado el arco iris y desde allí nos estará ayudando.