Querido cuaderno de Bitácora, última página de este capítulo que iniciara allá por septiembre de 2019
Mi Diario, hoy para mi es un día muy importante, es más la emoción que me embarga mientras te plasmo mis emociones, mis sentimientos, me llevan a derramar unas lágrimas. ¿Y por qué te lo preguntarás? Hoy, si que si, doy por concluido el viaje y por ende es momento de cerrar el capítulo. Sobre si cerraré o no el libro, pues no lo se. De momento creo oportuno dejarlo en una pausa larga.
Y claro, ¿Cuál es el hecho que me lleva a sincerarme una vez más contigo? Pues ayer me llamaron de mi Barco, del Hospital Karolinska para decirme que “mañana te quitamos el catéter”. Y yo me decía, ¿Cómo? ¿Ya? ¡Pero que cojo un vuelo el sábado a España? Y me dijeron, SI, eso no pasa nada y es ahora o esperar a octubre, noviembre, o cuando hubiera un hueco. Así que decidimos que adelante.
Y aquí me hayo en casa, algo dolorido, pero feliz. Una nueva vida por delante sin nada dentro del cuerpo que me recuerden a diario lo vivido. Desde luego que esas cicatrices están y estarán ahí de por vida, pero serán como las canas, en este caso no reflejarán sabiduría, sino las heridas del guerrero, un recuerdo que a diario me seguirán sirviendo para dar gracias a Dios, Él, para mi ha estado siempre ahí. Lo digo y lo seguiré diciendo muchas veces, “La vida es maravillosa”, así que, os recomiendo, os pido, os ruego que la viváis y valoréis lo que de verdad importa. En general, eso lo tenéis en casa con los vuestros.
Mi Diario, un período de mi vida se cierra, pero otros se abren. En lo personal, Marta, esa media naranja que siempre está ahí, sin quejarse, sin rechistar, apoyando y asesorando las locuras del Grumete de Secano, te quiero infinito. Gracias por seguir estando ahí. Los niños, que van siendo más mayores, Martín es un preadolescente de manual y Gadea poco a poco siendo una señorita, siguen bien.
Hemos tomado la decisión personal, de que seguiremos viviendo en Suecia, esta tierra nos acogió, ya hace casi cinco años, con los brazos abiertos. Estamos a gusto y creemos, que aún siendo una de las decisiones más difíciles que hemos tomado en nuestra vida, el vivir en Suecia por muchos años es bueno para todos. El tener lejos a la familia es algo muy duro, el tener lejos a los amigos es algo muy duro, pero en el fondo, creemos que por los niños y por nosotros, es lo mejor.
Ya sabes mi Diario, que soy un charlatán, simpático, pero que hablo mucho. Poco más te puedo contar, se nos vienen días difíciles, duros, de emociones, cerrando nuestra casa de España. Será algo raro el que cuando salgamos por última vez la semana que viene de la que es nuestra casa, lo sea por última vez. Pero como mi Diario, en la vida toca pasar página, y ahora es nuestro momento. Los niños se irán mañana de la que ha sido su casa durante los últimos meses y cuando vuelvan en agosto lo harán en el que será nuestro nuevo hogar, esperemos que por muchos años.
En fin, mi Diario, sólo puedo darte las gracias por haber estado ahí durante tanto tiempo apoyándome. Mi travesía no hubiera sido igual sin ti, me he sincerado, me he emocionado, he llorado, he vivido. GRACIAS. GRACIAS. GRACIAS.
Puesto que puede que tarde días, semanas, meses o años en empezar un nuevo capítulo, quiero dar las gracias aquí a la mayoría de las personas que durante esta larga travesía habéis estado ahí. Seguro que me dejo a alguien, os pido disculpas, por suerte habéis sido muchísimos los que me habéis apoyado. Por tanto, gracias a:
Marta, Martín, Gadea, Papá y mamá, Carmelo e Isabel, Eva y Mario, Nuria, Andrés y Susana, sobris, Félix, Tito y Milagros, Tita y Alberto, tía Isabel, Tía Ana, Loli, Tíos y primos, Elisa, Nùria, Adela, MJ, Rafa y Paula, Johannes y Natatlia, Clemente, Carlos (CAF), Javi y Marta, Sandra y Nelson, los muffins, Elena M., Pablo y Arancha, etc. No están todos los que son, lo siento. GRACIAS, esta travesía no hubiera sido igual sin vosotros.
Es por todo ello, que llega el momento de echar el ancla a este capítulo de este, creo yo, precioso testimonio de vida de este Grumete de Secano.
Os quiero mucho, nunca os olvidaré, y por favor, La vida es maravillosa, disfrutadla ahora, luego puede ser tarde.
El Grumete de Secano Nacho.
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