Querido cuaderno de Bitácora, undécimo día de una nueva vida.
Ayer al final hubo cambio de planes, pues nuestros amigos andaban un poco pochos. Tras hacer la compra e ir a comer, reposamos un poco y nos fuimos a ver si estaba abierta al público una fragata de la armada alemana que había atracado en Estocolmo. Cogimos las bicis y allí que nos presentamos los cuatro y sí, estaba abierta al público. Pudimos acceder a la misma y poder recorrer parte de las instalaciones principales, zonas donde están las embarcaciones de actuación rápida, la zona del cañón de proa, el puente de mando, etc. Nos encantó. A los grumetillos les pareció algo muy chulo. Nunca antes habían visitado un barco de guerra. Ojalá nunca entre en servicio con el fin inicial. Luego por la tarde vinieron a casa Elena y Uge. Otra gran tarde de merienda. Luego ya turno de cenar algo e ir a dormir.
Hoy mi Diario, tras desayunar los grumetillos, espero salir a trotar un poco. Algo corto y ya veremos si intenso o no. Hoy el día, a priori, será relajado. Pero bueno, todo se andará. Ya mañana toca volver a la rutina del comienzo de semana y será mi última semana de baja médica antes de incorporarme el 3 de febrero.
Y mi Diario, por hoy nada más.
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