Querido cuaderno de Bitácora, tercer día de una nueva vida.
Mi Diario, de momento te sigo escribiendo con la misma frecuencia que en estas semanas pasadas. Ayer te comentaba que me iría a andar y quizás comer con Marta. Así lo hice. El paseo, pues un poco más largo de lo normal, pero no se me hizo largo, pues pese a ser 17 kilómetros andando, volví a salir con la cámara. De ahí que te ponga fotos de ayer. Por la tarde ya llegó el turno de descansar. El sueño ha sido más o menos como vengo teniendo últimamente. Me dormí sobre las 22pm y me desperté a las 5am. Luego a eso de las 6 he vuelto a caer de nuevo.
Hoy el día se prevé tranquilo. Iremos a hacer la compra semanal. Turno de comer y de hacer algo por mi parte que no hacía desde hace muchos meses. En concreto algo que no hacía desde el 16 de septiembre. Aquel maravilloso día cuando empecé con los viajes a alta mar (Sesiones de quimio). Hoy volveré a coger un autobús. Parece algo trivial, carente de mucha importancia para la gran mayoría de la gente, pero para mí es algo más. Es un paso más que doy hacia esa “normalidad” que tanto quería. Cogeremos el bus para quedar con nuestros grandes amigos Rafa y Paula y sus grumetillos para ver un museo. Esta familia, que tanto soporte nos ha dado durante estos meses de expedición. Familia, gracias de nuevo, por haber sacado un hueco de vuestro tiempo por quedar con nosotros. Es algo que apreciamos muchísimo. Y mi Diario, creo que por hoy nada más.
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