Querido cuaderno de Bitácora, trigésimo tercer día de una nueva vida.
Ayer mi Diario fue un buen día. Por la mañana pude salir a correr y fueron 5,3 km en los que pude hacerlo a un ritmo alto y sin molestias. Seguiremos estirando mañana y noche para ver si poco a poco recuperamos la pierna. Después de comer llegó el turno de ir hasta la casa de Rafa y Paula donde pasamos una buena y agradable tarde. Los grumetillos se lo pasaron también muy bien.
Hoy mi Diario empieza mi tercera semana de trabajo tras mi baja por el tratamiento contra el cáncer. Poco a poco, todo vuelve a la normalidad. Por mi parte, el dormir ya as 7-8 h es algo que es lo normal con alguna parada por la noche, a veces, de algún grumetillo, pero ya lejos quedan esas noches de desvelos continuos. Desde pue punto de vista físico, pues poco a poco, peor sigue habiendo molestias en las manos con esa artritis o lo que sea y en los hombros. Así como en los talones. No sé si es la fascia que viene desde los gemelos o que. Pero es un dolor agudo, sobre todo por las mañanas durante un rato. En fin, esperemos que esto poco a poco se vaya pasando. Es algo con lo que se puede convivir, pero que si podemos ponerle remedio, pues mucho mejor. Ay las pócimas recibidas, que buenas han sido para vencer, de momento, a mi socio temporal el señor Hodgkin. Esa UTE que contara por agosto/septiembre que habíamos montado.
Y mi Diario, poco más por hoy. En una semana estaremos en otro continente y con otros horarios.
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