Querido cuaderno de Bitácora, centésimo duodécimo día de una nueva vida.
Mi Diario, hoy el día amaneció soleado. Amaneció un poco antes, pues junto con Anette decidimos hacer para todos unos churros en el desayuno. La verdad que la gente no le hizo ascos. Después del desayuno decidí que en vez de ir a gimnasia me iba a correr. Me fui a correr. Lo hice por el bosque que ayer conociera y alargando dando la vuelta a Sigtuna. En todal unos 11 km a ritmo tranquilo. Tras eso, tiempo de llegar a la habitación y cambiarme para comer.
Después de la comida, tiempo de reposar un poco. Tras ese descanso hoy nos tocaba clase de ejercicios con la pelota de pilates. Espero coger la costumbre de hacerlos en casa de forma más o menos asidua. Tras esa clase, reposar un rato y luego llegó el turno de la sesión de relajación. Son como 40-50’ donde de verdad uno se relaja. Y luego ya llegó la cena y el paseo hasta Sigtuna. Momento de compartir experiencias. Hoy un buen rato del paseo, lo he hecho hablando con Patrick. El ha pasado por lo mismo que yo. Linfoma de Hodgkin y ha sido tratado en el mismo Barco, con la misma Capitana y con la misma enfermera de contacto. Cosas de la vida. Tras el paseo, con un atardecer muy bonito llegó el momento de avanzar un poco más con el puzle.
Y mi Diario, poco más te cuento hoy. Seguimos avanzando.
Debes ser identificado introducir un comentario.