Querido cuaderno de Bitácora, décimo cuarto día de una nueva vida.
Ayer mi Diario, al final el que pensaba que iba a ser un día tranquilo, no lo fue. Por la mañana nada más llegar de acompañar a los grumetillos a la escuela me puse con la prótesis de mano. La conseguí montar antes de ponerme a hacer la comida. Luego turno de ir al dentista con Martín, acompañarlo a casa, volver a por Gadea e ir al médico con ella y volver de nuevo a casa… en total casi otros 16 kilómetros de bicicleta. Ya por la tarde llegó el turno de montar la silla para que Gadea vaya más cómoda y segura en mi bici. Y de acabar de instalarle los hilos en la prótesis de forma que permita con el cierre del codo cerrar los dedos de la mano. Es algo que me hace especial ilusión por el hecho de poder darle uno de los usos más importantes a la impresora 3D.
Hoy, mi Diario, tras volver a dormir unas 8 horas volveremos a esta rutina en la que llevo ya un tiempo. Ir al colegio y volver luego a casa. Ya en casa pues no sé si al final me animaré a hacer ejercicio o no. Quería por otro lado tratar de acabar de montar la prótesis, de forma que solo queden pequeños flecos o ni eso. Hoy el día será otra vez gris como ayer. Llevaba tiempo sin llover, porque de nieve ya no hablo. Este invierno es de lo más extraño que hemos visto en los 3 que ya llevamos en Suecia. 0 centímetros de nieve en lo que va de año en Estocolmo!! Y estamos hablando de que hace un año aproximadamente aquí estaban ya los canales y lagos helados y había nieve por las aceras. En fin… todo sea que en febrero, marzo nos caiga la mundial.
Por mi parte mi Diario, sigo igual, sin grandes cambios. Quizás alguna molestia en la rodilla izquierda, creo que fruto de llevar más carga a mis espaldas con la bici (Gadea) y no haber usado mi bici para ello, por lo que no estaba a mi medida. Creo que es eso, iremos viendo cómo evoluciona. En cuanto a mis efectos secundarios, pues el más visible que era la falta de pelo, está camino de ser historia en breve. A nivel de cejas y pestañas, podríamos decir que están como antes de los viajes a alta mar (Sesiones de quimio). A nivel de barba, pues mucha pero quizás con muchas más canas. Y de la parte de la cabeza, pues poco a poco se va cubriendo toda. Por favor, no digáis aquello de “Ves, te lo dije, volvería a salir”. Esa frase es algo que casi todos los que nos vemos sometidos a la quimioterapia sabemos que va a pasar. Que las células del cabello son de las primeras que se ven afectadas por las pócimas. En mi caso solo tardé 10 días en que se cayera el mismo a mechones. Pues como es algo que ya sabemos que va a salir luego, pero somos nosotros los que sufrimos esa caída, pues no nos suele gustar que ante una queja/comentario nuestro acerca de que se está cayendo, pues decir… “ya ves, que eso sale”. Lo digo, para que, mi Diario, si tienes algún amigo o familiar que está pasando por esto, no se lo digas, de verdad. No nos gusta oírlo. Del resto de efectos secundarios, los menos visibles, pues ni para adelante ni para atrás. No noto cambios en las manos. Siguen igual. Como dice mi gran y buena amiga Eli, solo nos queda JODIENCIA. Y mi Diario, creo que por hoy nada más. Hoy han pasado ya 2 semanas desde que nos confirmara la Capitana Palma que estaba en remisión completa.
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