Querido cuaderno de Bitácora, trigésimo séptimo día del quinto viaje.
Pues ayer al final recibimos la visita de unos compañeros del departamento de Madrid. Una gran cena y velada. Después llegó el turno de ir a dormir.
El día se prevé con nubes por la mañana y luego lluvia. Pero seguimos sin que nieve en la ciudad. Después de dejar a los grumetillos en el colegio, iré a la oficina a ver a los compañeros. Luego turno de volver a casa antes de que me pille la lluvia. En casa pues turno de seguir recogiendo algo más y de hacer cosas.
Por mi parte, he de decir que con las manos seguimos igual, y lo único es las manos y brazos dormidos cuando duermo. Algo que poco a poco confío en que se vaya pasando. Algo que hace tiempo que no os contara es como llevo mis noches. En general no me quejo. Suelo dormir siempre más de 6-7 h. Pero hay días que no. Pero mientras siga con energías y no me afecte al día a día, pues no hay que preocuparse.
Y mi Diario, mañana más, y el gran Día.
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