Querido cuaderno de Bitácora, trigésimo cuarto día del quinto viaje.
Pues ayer como os dijera fui a mi querido barco KS para la analítica. Después me fui andando hasta la oficina para ver a los compañeros y tomarme un café con ellos. Y ya después, andando hasta el colegio para coger la bici. Ayer fue el primer día que fuimos al colegio en bici. Martín fue y volvió en su bici. De hecho la vuelta la hizo solo hasta casa. Se nos hace mayor el grumetillo. Y Gadea sentada en el trasportín de mi bici, un poco incómoda la pobre. Este fin de semana tocará poner la silla que tenemos.
De los resultados de la analítica, pues la hemoglobina ha subido mínimamente, pero subida a fin de cuentas. Y del resto muy bien. Mucha subida de los neutrófilos. Poco a poco se van acercando a los mínimos muchos valores. Es un proceso lento. Paciencia y poco a poco estarán en los valores deseados.
Hoy el día se ha levantado sin nubes y con -4 grados, algo que debería ser lo normal en estas fechas por estas latitudes. El día no se plantea con nada especial o diferente a otros fines de semana. Hacer la compra y seguir desembalando. La casa al menos ya va pareciendo más ordenada. Queda mucho por sacar, pero poco a poco se irá acabando de sacar todo. Y hoy o mañana toca el turno de ir a correr. La distancia que sea, mientras me sienta bien y sea poco a poco. Quiero al menos intentar poder sacar 3 sesiones de carrera por semana.
Y por mi parte, sigo bien, pero las molestias en las articulaciones son cada vez mayores. Al doblar los dedos de las manos me molestan. Así como al levantarme si llevo un rato sentado o tumbado. Efectos colaterales de las travesías en alta mar. Veremos qué me dice la doctora el miércoles. De momento estoy tomando B6 y paracetamol 1g tres veces al día, para ver si el dolor es más soportable y la pérdida de sensibilidad o sensación constante de hormigueo en los dedos de las manos van desapareciendo. Por probar, que no quede. Todo sea para estar mejor.
Y mi Querido Diario, otro día más que me sincero contigo. Ya van cerca de 130 días consecutivos que te escribo.
