Querido cuaderno de Bitácora, vigésimo segundo día del quinto viaje.
Al final ayer dimos un paseo por la mañana antes de comer y otro después de comer. Lo que me ha ayudado a poder seguir haciendo ejercicio y combatir el sobrepeso, que por lo que leo es muy común tras o durante los tratamientos con quimioterapia. En mi caso sigo rondando los 63,5-64,0 kg. Pese al ejercicio y reduciendo mucho la ingesta de comida ahí está ese peso. Poco a poco va bajando, pero muy lentamente. La semana pasada volví a marcar un récord de kilómetros andados de 99,2 km, que me será difícil volver a batir. Quizás esta semana lo logre, pero no lo veo fácil. El objetivo que me planteé hace varias semanas de llegar a los 1001 km antes del 14 de enero está ahí cerca, pero exige una media de 10 km día. Ya veremos. Seguiremos haciendo ejercicio por mi bien, no por el del registro.
Hoy ha salido un día con mejor temperatura que ayer, pero sopla mucho viento. En un rato vendrá la tripulación de tierra a extraer mi preciado líquido rojo para el control semanal. Veremos a ver cómo están los valores, confiando en que sigan mejorando poco a poco. Si vienen pronto, intentaré ir a andar un poco antes de comer. Hoy tocará hacerlo pronto, pues a las 13.30 cogeré el coche para ir rumbo al aeropuerto a recoger a mis suegros y mi cuñada. La verdad es que tenemos suerte de que ambas familias hayan podido hacer este gran esfuerzo y venir a Estocolmo para estar con nosotros. A nosotros esto nos llena muchísimo. Muchas gracias por el esfuerzo. Por la tarde iremos a dar una vuelta, supongo, y luego turno de cenar en casa todos juntos. Seremos una gran tropa. Y mi querido diario, por hoy nada mas.
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