
Querido cuaderno de Bitácora, cuarto día del quinto viaje.
Ayer el paseo fue un poco más corto de lo planeado. Pero poco más. Al final casi 10 kilómetros, pese a la lluvia. ¡Vaya diciembre que llevamos! Creo que el año pasado llovió menos. El caso es que ya llevo desde el día 16 de septiembre más de 605 km andando registrados. Seguro que con las tareas diarias y demás, alguno mas.
La noche, pues otra buena noche, acostándome a las 22.00 y despertándome sobre las 5.45 AM. ¡Y sin pastilla! Sí que tomo una infusión, no sabe muy bien, o al menos no me gusta, pero como con la dieta… Antepongo la salud a los gustos. Si puedo unir ambos, perfecto, si no puede ser, la salud es lo primero. Y ahora mismo en la recuperación, la salud, es primordial.
Hoy vuelven a dar lluvia por la mañana. Quizás salga a andar por la tarde, que parece que llueve menos o no lloverá. Por la mañana tras acompañar a los grumetillos a la escuela, turno de estudiar mientras espero a la tripulación de tierra. Hoy es día de extracción del preciado líquido rojo y de que me traigan pócimas. Si esta tarde cuando estén los resultados de la analítica compruebo que la hemoglobina ha subido, puede que decida llamar mañana a la tripulación de tierra y dándoles las gracias por la ayuda recibida desde el viernes 6 de septiembre, decirles que ya no vengan más. Y de ahora en adelante, acercarme yo al Hospital del Sur, el SÖS para las analíticas e ir a la farmacia para recoger las medicinas. Haciendo ya una vida más o menos normal, salvo seguir sin coger metro ni autobús, que seguro que podría, no tiene sentido que vengan ya a casa. Además de que me sirve para poder planificarme mejor. Sé que tengo todo el tiempo del mundo, pero a mí eso de no saber a qué hora vienen los jueves, cual lotería, no me gusta. Ya os contaré mañana cómo ha ido la analítica de la sangre de hoy. Será la primera analítica en la que se verá el efecto en el cuerpo de no recibir pócimas en alta mar. Es decir, la analítica de la semana pasada era más o menos la misma a la de la última semana de cada ciclo previo. Y hoy es una analítica de «primera semana» pero en ésta, por suerte, no hemos recibido quimio los días previos. Expectante estoy.
Del resto del día, lo de siempre. Si puedo, tras recoger a Martín, iré a dar un paseo para recoger luego a Gadea en el cole. Después merendar, cenar e ir a dormir.
Y esperando a que esta rutina de ahora pueda acabar el 15 de enero. Esa Isla que ansío pisar, y que veo ahí lejos, espero que día a día, esté cada vez más cerca.
Y mi querido Diario, Hoy, nada más, el tiempo pasa poco a poco.
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