Querido cuaderno de bitácora, octavo día del segundo viaje.
Pues como te dijera ayer, pasamos la mañana dando un paseo con unos muy buenos amigos. Luego comimos y tarde de tertulia. Después de irse, turno de hacer cosas y preparar la cena. Luego vino la hora de dormir. Y hoy hemos vuelto a las andadas. Un primer bloque de 4 horas seguidas de sueño. Más tarde llegó el desvelo de unas dos horas y turno de medio dormir otras 1 hora. Nada nuevo.
Hoy ya afrontamos el último día de travesía de este segundo ciclo. Con muchas ganas, si te soy sincero, a sabiendas de que hoy, con la bleomicina, unida a los líquidos recibidos anteriormente, hará que las defensas se vean severamente castigadas. Pero es algo que ya se sabe y parte de esta larga expedición que se repite en cada viaje.
Dado que el día se prevé lluvioso, cambiaremos el paseo para después de dejar el KS, mi segunda casa durante estos últimos 28 días. Por la mañana, tras preparar las viandas del desayuno de Martín y Gadea, toca hacer cosas en casa y comer pronto para poder llegar al barco con la digestión hecha. Así evitamos que en caso de marejada, esta sea más leve.
Y ya el carruaje ha venido y nos vamos rumbo al puerto. Listos para embarcar y que zarpe mi barco. Allí como siempre me han recibido con una sonrisa en la cara y con la amabilidad que los caracteriza. Así hacen que estas duras travesías lo sean menos.
Y hoy, es de esos días que nada más zarpar y salir a alta mar, emprendemos el regreso. Pues los líquidos a administrar son pocos. Otra travesía más ha pasado con la mar en calma. Turno para bajar al muelle, y ya emprender el regreso a casa andando.
El paseo, pues como otras veces. Intentado buscar nuevos rincones de esta ciudad que nos ha acogido.
Una vez en casa pues turno de descansar y pensar en preparar las viandas para la cena. Y algo importante pasa hoy también. El padre de este grumete celebrar su 80 cumpleaños y hace pocos días mi suegro también celebró su onomástica. Papá y Suegro, muchas felicidades desde estas tierras lejanas. Sé que esta travesía dada esta lejanía está siendo dura para todos, pero hay que celebrar estas cosas. Ya queda menos para llegar al destino.
Y mí Querido Diario, mañana más.
Debes ser identificado introducir un comentario.