Querido cuaderno de Bitácora, décimo cuarto día del segundo viaje. Ayer al final por la tarde el grumetillo Martín y yo dimos un paseo en bici de forma tranquila. Esta vez recorrimos el perímero de nuestra isla, que es completamente llano. Luego llegó la cena e ir a dormir. El sueño nocturno ha sido de

Querido cuaderno de Bitácora, décimo tercer día del segundo viaje. En la tarde de ayer salí a dar un paseo para poder despejar la mente un rato. Nada de distancias largas como venía haciendo con paseos de 12 kilómetros. Esta vez fueron algo más de 4 kilómetros, ideal para ver que el cuerpo estaba bien

Querido cuaderno de Bitácora, duodécimo día del segundo viaje. Ayer acabamos como siempre, nada nuevo. Los resultados de la analítica reflejan que las defensas (leucocitos) van subiendo ligeramente, siempre lejos de ese valor mínimo deseado. Esto es gracias a la tan querida/odiada inyección G-CSF (Growth Stem-cell Factor). Os digo lo de querida, porque ayuda en

Querido cuaderno de Bitácora, undécimo día del segundo viaje. Ayer tras el paseo en bici, que fue súper agradable por llegar a ese Palacio Real de verano, hice lo que os contara. Meriendas, cenas e ir a dormir. Esta noche he dormido bastante para lo que estaba acostumbrado, cerca de 6 horas. El reloj me

Querido cuaderno de Bitácora, décimo día del segundo viaje. Ayer el día transcurrió en completa tranquilidad. Nada nuevo y aprovechando el tiempo para hacer cosas en casa. Tras las viandas de la cena, descansar, y después, todos los grumetes a dormir. La noche ha sido algo mejor. He podido dormir al menos 4 horas seguidas

Querido cuaderno de bitácora, octavo día del segundo viaje. Pues como te dijera ayer, pasamos la mañana dando un paseo con unos muy buenos amigos. Luego comimos y tarde de tertulia. Después de irse, turno de hacer cosas y preparar la cena. Luego vino la hora de dormir. Y hoy hemos vuelto a las andadas.

Querido cuaderno de Bitácora, quinto día del segundo viaje. Ayer el día transcurrió como te contara. Vino la tripulación de tierra y me extrajeron la sangre y conversamos un rato sobre cómo me encuentro. Una vez hubieron abandonado mis dependencias, me preparé para salir. Fui en bici hasta la isla de Kungsholmen y recorrí su