Querido cuaderno de Bitácora, cuarto día del segundo viaje.
Ayer el día acabó como se preveía, tranquilo, sin nada especial. La noche, pues como la anterior, mi «amigo» en las semanas de más medicinas me visita. Así que me puse a leer un rato sobre Felipe II. Ese rato que se alargó más de lo debido… tuve que decir, «Grumete, aún tienes tiempo y hay más días»·
Ha amanecido el día con nubes, pero no amenazan lluvia. Tras preparar los desayunos y llevar a Gadea al cole, turno de hacer cosas en casa y esperar a la tripulación de tierra para que me traigan pócimas y se lleven el preciado líquido rojo, mi sangre.
Luego, creo que como quiero visitar una isla y tengo una distancia hasta ella, me cogeré ese artefacto metálico con ruedas, la bici, así no me quedo sin poder dar una vuelta a esa isla.
Y tras eso, comer, recados, descansar y recoger a Gadea, para volver a las rutinas normales.
Y mi Querido Diario, mañana más.
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