Querido cuaderno de Bitácora, ducentésimo vigésimo día de una nueva vida.
Mi Diario, ya de vuelta a estas tierras que nos acogieran hace algo más de tres años, te escribo para celebrar, recordar o acodarme de lo que pasó hace hoy un año. Aquel 22 de agosto del 2019, Marta, mi media naranja a la que amo, y yo, estábamos trabajando cuando de repente recibí la llamada de la doctora de hematología del hospital SöS para decirme que los temores o la posibilidad de padecer la enfermedad de Hodgkin o llamémosle cáncer, se confirmaba. Son segundos en los que reconozco que no me desplomé, o eso creo, asumí la confirmación de la noticia de la mejor forma que pude. No se de verdad o no me acuerdo si estaba muy triste o no. El caso es que sabía que fuera lo que fuera, por Marta, Martín y Gadea pondría por mi parte todo lo que estuviera de mi lado para vencer o curarme.
Muchas veces, no nos damos cuenta de cómo te pude cambiar la vida en un instante, bien sea por una enfermedad grave como en este caso, un accidente, o lo que sea. A veces parecemos ajenos a lo que pasa de verdad a nuestro alrededor pensando que “Buah, eso no me pasará a mi… Soy joven, deportista, me siento bien, a mi eso no me pasará…”. Pero debemos ser conscientes de que el cáncer, algunos lo llaman la enfermedad del Siglo XXI, aunque ahora pensemos en el dichoso BICHO. Pero si, unos dicen que 1 de cada 3, otros que 1 de cada 2, a lo largo de su vida lo va a padecer. Pero es cierto, que creo que hasta que no te pasa, no lo afrontas. Pues no es algo sencillo a lo que te puedas preparar por adelantado. En fin, reflexiones de este grumete que hoy hace un año experimentó un cambio en su vida. Y no solo yo, sino también la gente que me rodea. Ya siento de veras el haceros pasar por estos malos ratos, pero ya sabéis, es para dar un poco de guerra.
Pero bueno, como con todo en la vida, se aprenden cosas, se fortalece uno dicen. No lo sé, el caso es que algo que desde luego es seguro, dejas de ser el mismo de antes. Creo que se es mejor. Valoras, si ya no lo hacías, las cosas de otra forma. Ordenas, si no lo habías hecho antes, las prioridades de la vida. En fin, se cambia.
Y poco más os quería contar. Si quiero aprovechar de nuevo para daros las gracias a todos los que en este año habéis estado ahí. Gracias, esta expedición de este grumete, hubiera sido mucho más dura. Este grumete habría tenido más marejadas, tempestades, tormentas de no haber estado vosotros allí. Es por ello, que como dice el refrán, “Es de bien nacido el ser agradecido”. Gracias.
Por mi parte. Me siento bien. Físicamente poco a poco mejor. Los dolores de los tendones de aquiles ahí siguen. Quizás algún año se vayan, no lo sé. En unas semanas, no se cuándo, tendré la revisión de los 8 meses. Supongo, Mi Diario, que te contaré como sale todo. Confiemos en que sigue todo su curso. Siempre digo lo mismo a todo el mundo. Si por lo que fuera, mi “amigo” vuelve, pues “lucharemos” para que se vuelva a ir. Lo haremos con el mismo aliento, el mismo ánimo y si me dejan, con la misma fuerza que en este año. Pero confiemos en que sigamos en destinos y rumbos separados como me dijeran hoy hace 220 días. El día 0 de mi nueva vida, como así lo llamo yo.
Bueno, mi Diario, poco más te cuenta este grumete por hoy.
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