Querido cuaderno de Bitácora, décimo séptimo día de una nueva vida.
Hoy por la noche, otra buena noche de sueño. La grumetilla ya pasó su catarro y eso ayuda bastante. Hoy como sábado que es, pues turno de hacer la compra para la semana. Luego hacer la comida y seguir preparándonos para el regreso al trabajo el lunes.
Qué lejos y qué cerca queda ese día 13 de septiembre. Día que dejara la oficina con mis cosas para no trabajar allí, pues la quimioterapia empezaba días después. Durante un tiempo estuve compaginando los viajes a alta mar con las jornadas de trabajo. Hasta el mes de noviembre cuando al final se aclara mi situación legal en cuanto a la baja. No es en Suecia donde se tramitaba sino en España. Mi país, donde inexplicablemente no se permite la situación de poder estar días de baja y días de alta de forma que sea ágil el proceso de trabajar y descansar sin tener que estar pendiente del médico de cabecera y de presentar papeles, etc. según tengo entendido. De igual forma que el lunes me incorporaré a la oficina con el “alta” desde hoy día 1. Pero al igual que la baja ha sido en España, toca el alta también. Pero al 100%, es decir, en mi caso de 40 horas semanales, pues a razón de 8 horas diarias, situación que de haber seguido el régimen sueco sería con un 50% de incorporación, 4 horas diarias durante un tiempo y según mi cuerpo y mi mente respondieran pasarlo a un 75% y luego al 100%. Cosas que hacen que sea más llevadero desde todos los puntos de vista posible. En este país con tantas cosas malas, tiene también tantas cosas buenas. Y una de las que más destaco es la atención a la gente.
Ayer mi diario, relacionado con mi regreso, ya me confirmaron las fechas en las que tengo plaza para la clínica de rehabilitación. Es decir, es ir a una clínica donde se preocuparán y me ayudarán con mi estado físico y psíquico. Ayudarme a seguir en el día a día y que sea todo más sencillo. Allí me iré dos semanas, de lunes a viernes. Todo el mundo desde el hospital y que lo conoce me ha animado mucho a estar allí. Que me vendría muy bien. Asi que si durante mi expedición he hecho caso y ha ido bien a todo el personal de mi barco KS pues esta vez seguiré haciéndolo de nuevo. Me han contado que en el mundo germano, entendiendo eso por el norte de Europa es algo muy al uso. Que se entiende que después de un tratamiento de cáncer, de una enfermedad grave, etc. se recomienda y se pauta una rehabilitación. Ya por mayo os contaré qué tal me ha ido. Aún quedan muchas semanas para empezarla.
Y mi Diario, qué más contarte. Yo físicamente sigo igual, no hay mejorías o no las percibo. De ánimos, pues igual que siempre. Supongo que la vuelta a mi rutina de antes de esta expedición me ayudará aún más y tendré menos tiempo de pensar en mis dedos, en mis brazos o en mis talones, partes de mi cuerpo de las que que todas las mañanas me acuerdo. Mi Diario, mañana seguro que te cuento algo más.
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