Querido cuaderno de Bitácora, décimo octavo día del quinto viaje.
Ayer el día de Navidad nos lo pasamos muy bien y disfrutamos mucho de la compañía. Eso de tener a la familia contigo es una bendición. Por la mañana estuvimos andando un poco, luego turno de comer y por la tarde tras reposar un poco volvimos a salir de paseo, por lo que físicamente sigo adelante y sumando kilómetros.
Hoy el día se ha levantado con alguna nube, pero más frío. Marta, que ya ha vuelto de entrenar, me dice que es más fresco que otros días, pues hay viento. Después de desayunar iremos a dar otro paseo, para luego comer y salir de nuevo a pasear. El caso es no dejar de moverme. Poco a poco espero poder ir perdiendo peso. Y si con los próximos resultados de mi analítica llego a 120 de hemoglobina, empezaré a trotar. Quizás por la tarde nos pongamos Marta y yo a seguir vaciando armarios… La mudanza está cada vez más cerca y el piso sigue lleno de cosas. Y por hoy mi querido Diario nada mas.
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