Querido cuaderno de Bitácora, primer año de una nueva vida.
Mi Diario. Han pasado ya casi dos meses desde la última vez que te escribí. La vida ha cambiado y sigue cambiando mucho durante todo este tiempo. En este tiempo, el dichoso “bicho” sigue con nosotros y causando estragos y tristeza. Confiemos ya que en este nuevo año 2021 con las vacunas poco a poco no sea casi la mayor preocupación para casi todos. Por otro lado, en nuestra querida España, y especialmente en nuestra ciudad de acogida, hace días Filomena “sembró” de nieve sus calles y campos. ¡Madre mía! Si que habían dicho que vendría, pero no con tanta nieve como trajo. Ánimo a todos, poco a poco, lentamente, si, todo irá recobrando la normalidad.
Pero bueno, hoy el motivo de sincerarme ante ti es que se cumple un año de la consulta en mi querido barco KS, donde me confirmaban que las pócimas recibidas en alta mar, esa tan querida y odiada quimioterapia había funcionado y ya podían decir que estaba en remisión metabólica completa. Pues, madre mía como pasa el tiempo. ¡Un año ya! ¡Cuánto ha cambiado la vida en este tiempo! Nadie en ese momento, hace 366 días podría, de forma normal, pensar que ese 2020 sería un año tan raro.
Yo no quiero llevar la contraria a mucha gente, para la que si el 2020 ha sido el peor año de sus vidas. Pero, para mí, lo fue el 2019. Pero tampoco puedo decir que el 2020 haya sido el mejor. Ha sido un año diferente. Por mi parte de salud, si echo la vista atrás en estos 366 días, empecé ese año con muchas ganas y corría bastante sin apenas molestias, pero poco a poco los efectos secundarios de las altísimas dosis de prednisona que tomé junto con la quimio hicieron que tuviera dolores muy fuertes en los tendones de Aquiles. Hoy podría decir que es algo ya residual. Ya me permite correr sin mayor problema. Por lo demás, en todo este tiempo, sigo igual. Las revisiones han ido saliendo bien. Aún no he pasado por la “ITH”, “Inspección técnica de humanos” de los doce meses, pero supongo que sea llamado en breve. Ya me han dicho desde mi querido KS que me llamarán a pasarla a finales del mes de enero o en febrero. Ayer leía en la prensa que mi KS, entraba ya en modo de crisis, es decir, los equipos sanitarios de las UCI están llamados a trabajar al menos 48 h por semana, y creo que sin limitación de horas extras. Supongo que, por eso, estén retrasando mi consulta. Además, no sería de extrañar que no sea física. Que sea una llamada por teléfono para contarme como son los datos de la analítica de sangre. Ya os contaré que tal va.
En mi día a día, pues no te engaño mi Diario si te digo que varias veces al día me acuerdo de lo pasado en ese último cuatrimestre del 2019, del cáncer. Supongo que esto es algo que me acompañará de por vida. No es algo, también es verdad, que hoy por hoy me condicione en mi día a día. Pero ahí está. Quizás esa cicatriz que tengo en el pecho o mi catéter en el cuello ayuden a recordarme lo pasado. Pero no lo recuerdo como algo terrorífico, lo recuerdo como un período de la vida, en la que te reconozco, reposicioné las prioridades de la vida. Con lo que en algo le daré gracias por lo pasado. Por otro lado, como ya te dijera muchas veces. Todos los días, en mi rato nocturno, mi Diario, a Él le doy las gracias por todo, por la familia que tengo, por la gran fortuna de tener a Marta junto a mí, por tener trabajo, y si, por tener salud. Y también pido por los que no lo tienen.
En fin, mi Diario, espero poder contarte en no mucho tiempo que todo sigue en orden y que la siguiente ITH es como en julio-agosto.
Y sin nada más que contarte, mi Diario, se despide por hoy tu Grumete de Secano.
Debes ser identificado introducir un comentario.