Querido cuaderno de Bitácora, centésimo trigésimo día de una nueva vida.
Mi Diario, 7 días desde la última vez que te contara un poco como me está yendo.
Por mi parte física, cada vez mejor, las molestias de los Aquiles ahí siguen, parecido a la semana anterior. Quizás del resto vaya poco a poco a mejor. No es algo que me condicione el día a día. Por lo que tampoco le presto mucha atención. Por el aspecto, pues cada vez más y más parecido a hace 8-9 meses. El pelo podríamos decir que está como antes de embarcarme en esta trepidante expedición. El resto más o menos.
Desde el punto de vista del deporte, esta semana he podido salir tres días a trotar. Cada día, creo que a igualdad de ritmos, mis pulsaciones van poco a poco bajando. Aún harán falta muchos meses para poder llegar a esos ritmos y pulsaciones que tuviera por marzo del 2018 o en los meses previos de las maratones que he corrido (5). Pero de momento siguiendo los consejos de mi buen amigo y entrenador Fran, ahora es tiempo de volver a generar esa base aeróbica. Ya vendrán tiempos más adelante en el que poder ir metiendo sesiones de calidad y no cantidad. Pero al hilo de correr, como muchos ya sabéis, me encanta el registrar cada entreno que hago. Pues desde ese 21 de marzo de 2011 he salido a correr en 930 ocasiones. Sumando 8710 km y 875 h con 19 minutos. Y otra cosa que me anima mucho, pues con los kilómetros que he trotado en esta semana unido a los de los meses anteriores, puedo ya decir que este año 2020 he corrido más kilómetros que en el 2019. El año pasado no me sentía fatigado antes de detectarme el cáncer, pero si que veía que las pulsaciones eran mas altas de lo normal y la mente no me pedía salir a correr. Obviamente se estaba fraguando ese cáncer. Pero lo importante es que aquí estamos, con esa remisión completa temporal y con ganas de seguir sumando miles de kilómetros más.
Por otro lado, mañana 25 de mayo habrán pasado ya 6 meses desde mi última travesía a alta mar para recibir esas pócimas mágicas (quimioterapia). ¡Madre mía, cómo pasa el tiempo! En fin, diré más o menos lo que le decía una tía de mi madre a ella, creo, “Sobrina, los segundos son eternos, pero los días volando”. No se si es literal, pero se entiende bien.
Y ya para acabar, esta semana ha sido más corta, era festivo el jueves en Suecia, Día de la Ascensión. Con lo que teníamos puente todos también. Los niños y nosotros. El viernes al menos nos juntamos con los amigos y compañeros del trabajo y tuvimos una barbacoa en la azotea de nuestro edificio. Nos lo pasamos bien y al ser al aire libre, pues mejor. Nos dio un poco de sol.
Y hoy hemos ido a pasear por el campo. A una reserva natural en Sigtuna. Tras el paseo y comer debajo de los árboles. Pues un paseo al puerto de Sigtuna a que tomaran los niños un helado y gofre. Marta y yo que andamos a dieta, pues un café. Al hilo del helado… Suecia es el segundo país de Europa que más helado toma por habitante. Ya nos lo parecía, allá donde vayas hay heladerías abiertas todo el año.
Y mi Diario, por esta semana no te cuento nada más.
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