Querido cuaderno de Bitácora, quinto día de una nueva vida.
Mi Diario, ¡cómo pasa el tiempo! Parece cercano y a la vez tan lejos aquel 22 de agosto cuando nos dicen por teléfono que la biopsia revelaba células Reed-Sternberg en las muestras. A ojos de algunos, estos 151 días que han pasado son muchos y se ha hecho largo. Y a ojos de otros, pensar que en solo ese período de tiempo se ha combatido la enfermedad, parece mágico. Yo soy de esos… pero más que en este corto período de tiempo sino más bien en el cortísimo que fue desde que me embarqué en la primera travesía a alta mar (sesión de quimio) aquel 16 de septiembre de 2019 hasta ese 21 de octubre cuando me hacen el PET y revela una remisión completa con una clasificación de Deauville de 1. Es decir, la clasificación más baja posible.
Eso sí que a mí me pareció mágico. Sólo 35 días… Sí que es verdad que hasta que no pasen unos años en los que se repitan las mimas mágicas palabras de REMISIÓN COMPLETA, siempre habrá ese riesgo, que nos dijo la Capitana del KS (Dra. Palma) es muy alto.
Mi Diario, reflexiones de tu grumete en esta mañana del 20 de enero de 2020.
Hoy se prevé un día fresco. Con temperatura positiva. Ayer al final salí a correr, fueron unos 8,3 km. Y luego con el tema de llevar a Gadea al cumpleaños y recogerla, salieron casi 15 km de bici con cuestas. Así que no me quejo del ejercicio hecho.
Hoy tras dejar a los grumetillos, iré a dar un paseo, y creo que me volveré a acercar a mi querido barco KS. Pero a otra área distinta, un área que al pisarla te hace pensar en lo injusta que es la vida. Al área de oncología infantil. Sabes mi Diario, que llevé unas cajas del proyecto #ChemoBox para ver si les gustaba la idea. Estas eran de plástico PLA. Según su protocolo de esterilización, no puede ser con alcohol pues llevan los relieves de los dibujos. Ha de ser por vapor o lavavajillas a alta temperatura. Las cajas de prueba de PLA, como era de esperar no aguantaron. Ahora he hecho otras en plástico ABS y PETG que se supone que aguantan más temperatura. Si este test no lo pasa, pues con todo el dolor de mi corazón tendremos que decir que al menos en el barco KS no ha sido posible implantar y ayudar a esos pequeños luchadores en su día a día en Alta Mar. Lástima que no les valga el protocolo que en España de forma segura se emplea y tan buen resultado está dando. En fin, como ya dijera en su día, quiero intentarlo por ellos. Que si al final no es posible, pues al menos este grumete habrá hecho todo lo posible que en sus manos estaba. El resto del día, pues llegar a casa comer y descansar. Por la tarde ir a por la grumetilla al colegio.
Y mi Diario, poco más te cuento hoy.
Debes ser identificado introducir un comentario.