Querido cuaderno de Bitácora, décimo día del quinto viaje.
Hoy, Diario, es de esos días que tienes marcados en el calendario por varios motivos. Uno, quizás el más importante, es que tengo una cita para hacerme el TAC. Ese escáner que me dirá en unas semanas si todo ha ido bien. Se supone que si con dos ciclos de quimio todo estaba limpio, con otros dos de refuerzo debería de estarlo aún más.
El otro motivo es que es mi onomástica, sí, este grumete hoy cumple 43 años. Que si el día 15 de enero nos confirman que podemos pasar a revisión, podría ser que celebre desde entonces el 18 de diciembre ese día donde volví a nacer. Es por ello que por este motivo os vuelvo a traer esta web con la que pretendo que en este día tan señalado para mí, recaudemos algo. Voy a ser un poco crítico, ya que la cantidad a dar es la que quieras, puede ser un simple euro, por lo que no hay motivo para no donar. Sólo 12 personas hemos donado. Creo que el motivo y la asociación se merecen un poco más. ¡Cuánto nos queda por aprender de los países del norte de Europa! ¡Cuánto ayudan a otra gente! Desde aquí dar las gracias a esos 11 donantes que han colaborado. Al resto, venga, aún hay tiempo.
Por otro lado, hoy después de hacerme el TAC, iré a enseñarles el proyecto de las cajas de plástico #ChemoBox al Hospital infantil y a la fundación para niños con cáncer BarnCancerFonden. Espero que les parezca interesante y podamos colaborar. Ayer al enseñarlo a varios grupos de gente con impresoras 3D de Suecia, bastante gente aplaudió la iniciativa y varios me dijeron que cómo y cuándo podían ponerse “manos a la obra” e imprimir. Esperemos y confiemos en que se consiga. Al menos, yo estoy poniendo todo el empeño en ello. Por los niños debemos hacer muchas cosas y si ademas están sufriendo la mierda del cáncer, más aún. Perdonad la palabra, pero es que es así. El cáncer no es una tos, aunque en muchos tipos, como por ejemplo el mío, la curación hoy por hoy es casi total. Pero la incertidumbre de cuando te lo diagnostican y el proceso entre medias de quimio, baja laboral, etc. hacen o han hecho que sea lo más duro a lo que este grumete se ha enfrentado en su vida. Pues si pensamos fríamente que eso lo tiene que pasar un niño, pues hay que ponerse a ayudarles. Ellos, que son la generación futura, se merecen todo nuestro apoyo en la forma que cada uno podamos. Por ello, lo intentaré las veces que haga falta.
Por mi parte, todo sigue según lo normal. Hoy quizás por tantas cosas que pasarán a eso de las 4.30 AM, tras casi 6 horas de sueño no he conseguido dormir más. Día interesante el que tengo por delante tras despertar a los grumetillos y prepararles el desayuno. Hoy supongo que salga yo antes rumbo al hospital que ellos al colegio. Martín ya es un “tío” mayor como para cerrar la casa y acompañar a Gadea al colegio. No creo que vayan antes solos, pues hoy está diluviando. De hecho, lleva lloviendo tanto estos días unido a las pocas nieves de las semanas pasadas, que se está en aviso de riesgo de inundaciones del lago Mälaren. Este lago se está desaguando como no se hacía en muchos años por las esclusas de Hammarby y Sodertlaje. Y también se han abierto las compuertas del Parlamento y la esclusa cerrada por obras en Slussen, que no se abría en años. De momento solo ha subido 40-50 centímetros, pero ya han advertido a la gente de ello. Después del Hospital, iré de paseo a casa. Seguimos sumando kilómetros. Lunes 18, ayer 15. Hoy si llueve ya veremos lo que ando. Todo sea que del Hospital me vuelva a casa y ande por la tarde un rato, antes de recoger a Gadea.
Y mi querido Diario, hoy no te cuento nada más.
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