Estocolmo, 21 de octubre de 2019

Estocolmo, 21 de octubre de 2019

Querido cuaderno de Bitácora, décimo quinto día del segundo viaje.

Ayer al final fuimos a ver un piso y ahora nos toca esperar a tener respuestas de otros y poder cerrar este tema cuanto antes. Luego, cenamos y al ser hoy día de colegios y lunes, pues nos acostamos pronto.

Durante la noche dormí unas 4 horas y media seguidas y ya desde ahí poco más. Leí un rato y luego seguí descansando hasta llegar a las 6.30 AM cuando todos en pie, pues hoy tocaba ir al KS. Antes, turno de preparar las viandas a los grumetillos y llevarlos a la escuela. Después de dejarlos allí, me estaba esperando el carruaje para llevarme al KS. Como ya os contara, hoy tocaba turno de hacerme el PET. Llegué al KS sobre las 8.00 y para las 8.15 ya estaba con la vía puesta, bebiendo la jarra de agua que me dieron (600ml) y luego a las 9.00 llegó turno de meter los isótopos en el cuerpo.

A las 10.00, turno para pasar al cuarto donde tenían esa máquina curiosa. Y en cosa de 20 minutos ya estaba fuera. Listo y dispuesto a ir a desayunar.

Después del desayuno, turno de pasear por la ciudad. Hoy decidí adentrarme en el cementerio de Solna, donde está enterrado Alfred Nobel. Y luego sin rumbo fijo, de paseo por la ciudad. Hoy, sin quererlo, he andado unos 13,5 kms. Llegando a casa sin señales o síntomas de cansancio claro. Sigo sintiéndome bien, con lo que muy contento.

Al llegar a casa, turno de comer y reposar. Una cosa que creo que sí que te conté, mi diario, a las 14.00 horas me suelo inyectar la heparina. Pues uno de mis ganglios inflamados estaba cerca de una vena y a los tripulantes del KS les daba miedo que pudiera generar trombos. Con lo que desde el 4 de septiembre puntualmente toca pincharse. Para los que me conocen… saben muy bien mi querencia por todo lo médico y en especial las agujas… Llevando un recuento aproximado desde que empecé con esta expedición y la pre, por mayo, llevo como 22 analíticas de sangre y unas 16 vías puestas en los brazos… Algo que hace que ya te acostumbres, y en mi caso, no me maree.

Por la tarde, pues descansar y los quehaceres de siempre.

Y Querido diario, mañana, espero acordarme y contarte cosas de la alimentación o del cuidado de la boca.