Querido cuaderno de Bitácora, vigésimo primer y último día del primer viaje.
Ayer, como os dijera, dimos un paseo con amigos y luego meriendita rica, rica, de chocolate con churros. Con esa merienda y acostumbrados a cenar pronto por estas latitudes, pues una cena más ligera. Luego llegó el turno de dormir. Puedo decir que he dormido bastante bien.
Hoy ha amanecido con nubes y temperatura muy baja. Después de desayunar he preparado la caja de pócimas con todas las que me tocará tomar a partir de mañana cuando comencemos el segundo viaje y como ya os contara del primero. Mañana por la mañana para desayunar, además de las viandas habituales, tendré que tomar 10,5 pastillas de las pócimas… Todo sea para que funcionen igual de bien que al principio de este primer viaje, que hoy llega a su fin.
Luego nos prepararemos para ir a dar un paseo y poder disfrutar del Parque Haga con unos muy buenos amigos. Éste está al norte de la ciudad y es un parque precioso para poder caminar entre árboles. Árboles que, como yo, están perdiendo sus hojas. Éstas están cambiando de color, lo que hace que sea una preciosidad por esa gran variedad cromática que ofrecen en su conjunto.
Despúes del paseo comeremos todos juntos y ya por la tarde turno de dar otro paseo, para seguir preparando al cuerpo para este incipiente segundo viaje.
Luego ya llegará el turno de la cena e ir pronto al jergón, pues mañana es día de trabajo y de escuela de los grumetillos. Y yo, de esperar a que el carruaje me lleve al ansiado muelle donde el KS me esperará para enrolarme y zarpar hacia alta mar.
Querido diario, mañana más, seguro.
Ánimo cuñado sigue con el blog que está muy guay.