Querido cuaderno de Bitácora, segundo día del primer viaje.
Ayer el primer día de navegación finalizó bien. Llegamos a puerto y pudimos bajar a dar un paseo en compañía de Marta, esa gran mujer que me acompaña en este largo viaje. Luego pudimos cenar y compartir momentos de familia con los grumetillos, Gadea y Martín. Antes de subir a bordo pudimos en la estafeta de correos recoger muestras y más muestras de apoyo para este apasionante viaje. ¡Qué gran Familia y amigos tenemos alrededor!
La noche transcurrió en calma, lo que supuso una gran recarga de energía. En gran parte fruto del estado de relax que mi cuerpo tenía por la tensión liberada en la cubierta del KS, acumulada por el miedo a lo desconocido. Ese miedo o estrés, que a este grumete de secano le provocan reacciones “simpáticas”.
Hoy, ya está amaneciendo, y empezaremos a preparar las viandas para afrontar este segundo día de travesía. Según nos decía ayer parte de la tripulación, el segundo y tercer día de travesía, son más cortos pero pueden venir con marejadillas.
Hasta zarpar hemos pasado la mañana atando cabos en puerto y dando un paseo fresquito. Aquí ya empieza a refrescar, es lo que tienen las tierras vikingas.
Bueno, ya nos encontramos en la pasarela del KS, rumbo a una nueva aventura y una etapa de este viaje. Todo parece en calma de momento. Llegamos y la tripulación me llama para poder seguir y zarpar rápidamente, que gente tan amable y simpática.
Ya listos, zarpamos y me dan líquidos para afrontar este segundo día. Pasa el tiempo y mientras, aprovecho el tiempo para escribir cartas y contemplar con calma esta travesía.
Ya el viaje de hoy, corto, llega a su fin, vemos ya el nuevo puerto en la distancia. Otro día más de travesía sin sobresaltos. No ha habido la necesidad de plegar velas, el tiempo y la mar nos ha respetado.
Ahora es momento de irme al camarote y poder descansar o dar un paseo. Hay que guardar fuerzas para la travesía de mañana, la última de esta semana, luego atracaremos el barco para poder tenerlo listo para el próximo lunes 23, día en el que zarparemos hacia otra nueva travesía y aventura.
Otro día más ha pasado, en el que nos acercamos al destino final.
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