Querido cuaderno de Bitácora, décimo quinto día del primer viaje. Ayer al final por la tarde tras degustar las viandas de la comida y reposar un poco, salí a dar otro paseo. Al final del día no me encontraba cansado, cosa que es bueno, pues mi cuerpo aún parece andar en buenas condiciones físicas junto

Querido cuaderno de Bitácora, décimo cuarto día del primer viaje. Ayer como os contara teníamos en mente dar un paseo con la Familia. Así fue. Lo dimos bajo una lluvia constante. No fue muy largo. Íbamos a visitar una casa, pues con las reglas de estas tierras, si los dueños de una casa te avisan

Querido cuaderno de Bitácora, décimo tercer día del primer viaje. Ayer no hubo grandes novedades. He seguido recibiendo durante la noche la visita de mi ya frecuente “amigo”, el desvelo, insomnio, etc. tras solo unas pocas horas de un sueño no muy profundo. En fin, nada que este grumete no haya experimentado durante estos trece

Querido cuaderno de Bitácora, duodécimo día del primer viaje. Ayer más o menos transcurrió el día como lo esperado. Tras irse la tripulación de tierra con la sangre, procedimos a cerrar algún asunto y acto seguido a preparar las viandas, comer y salir a pasear. El tiempo era propicio para ello. De hecho salió tarde

Querido cuaderno de Bitácora, undécimo día del primer viaje. Pues ayer al final decidí cambio de rumbo en mis paseos. Me acerqué al que era mi lugar de trabajo, a llevarles las viandas que mis grumetillos probaran para desayunar. Mis Amigos, Compañeros, los degustaron de muy buena forma y sin dejar ni uno. Tendré que

Querido cuaderno de Bitácora, décimo día del primer viaje. Ayer, tras el paseo con el que puedo decir que disfruté mucho de la naturaleza, volvimos a una rutina que será la tónica general de los días en tierra sin travesías. Es decir, dar un paseo, llegar a casa y preparar las viandas para comer; administrarme

Querido cuaderno de Bitácora, noveno día del primer viaje. Ayer el día, tras llegar a casa, discurrió de forma normal. Degustar las viandas preparadas y tras tomarme un poco de química y lancear mi tripa con la saeta para recibir una minidosis de líquido, rumbo a pasear, de forma que los posibles efectos de los

Querido cuaderno de Bitácora, octavo día del primer viaje. Hoy el día ha amanecido fresquito. El otoño está aquí y ya va siendo necesario el salir con guantes y gorro, la brisa en el puerto lo hacen necesario. Después de preparar las viandas a los grumetillos, preparo las mías; que como os dijera, suelen consistir

Querido cuaderno de Bitácora, séptimo día del primer viaje. Hoy no ha pasado nada extraordinario dentro de como me encuentro. Seguimos muy animados y disfrutando de paseos en soledad y en compañía de amistades que bien valdrían una vida. Los días en tierra firme, toca recarga de cuerpo y alma, para poder afrontar las travesías

Querido cuaderno de Bitácora, sexto día del primer viaje. Hoy en principio no tenía planeado escribir nada. Pero ayer al final no salí a pasear y decidí descansar y leer las cartas y mensajes de ánimo que había en la estafeta de correos. ¡Madre mía! Gracias, gracias, gracias. Hoy ha amanecido con un sol radiante