Querido cuaderno de Bitácora, sexto día del primer viaje.
Hoy en principio no tenía planeado escribir nada. Pero ayer al final no salí a pasear y decidí descansar y leer las cartas y mensajes de ánimo que había en la estafeta de correos. ¡Madre mía! Gracias, gracias, gracias.
Hoy ha amanecido con un sol radiante y una temperatura maravillosa lo que ha hecho del paseo de hoy, al lado del agua, una experiencia fantástica.
Por cierto, la noche se ha pasado mejor, durmiendo cinco horas seguidas y luego duerme vela unas 3 h más. Levantándome descansado y por lo demás todo sigue como de costumbre. Me sigo encontrando física y anímicamente muy bien.
El día de hoy se plantea de estar tranquilos, y luego por la tarde paseo con amigos para compartir aventuras, historias y leyendas con las que poder nutrirse el espíritu.
Hoy querido diario, el relato es corto.
Mañana o pasado mañana, será más largo.
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