Querido cuaderno de Bitácora, trigésimo quinto día de una nueva vida.
Ayer mi Diario, salí a correr, pero no fue como esperaba. Empecé muy contento pero a los 5km me empezó a molestar la ingle como el otro día. No con un dolor tan fuerte. Al menos hoy me he levantado sin molestias. En fin, ya me lo han dicho, habrá días mejores y días peores. Algo más de enseñanza en esta expedición del grumete. Solo queda seguir estirando y poco a poco ir viendo. Y ver por otro lado que me dice el terapeuta el día 2 de marzo.
Hoy el día se presenta animado con reuniones desde por la mañana. Un día más como los de antes. Poco a poco retomando el ritmo de trabajo. Hoy el día como lo fuera ayer será largo en la oficina. Aunque te reconozco que ya queda muy poco para disfrutar junto a Marta y los grumetillos del viaje a Nueva York. Ese viaje que nos vendrá muy bien a todos. Pero sobretodo a Marta y a mi. Será un viaje para poder salir de Suecia. Para poder, digámoslo así, tomar aire fresco. Pues salvo ese fin de semana en Oslo junto con nuestros grandes amigos Adolfo y Cris. Por lo demás no hemos salido por más de unas horas ambos de Suecia desde el 28 de junio del año pasado. Tiempo ahora de renovar las pilas del coco.
Y mi Diario, creo que por hoy nada más.
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