Querido cuaderno de Bitácora, quinto día del quinto viaje.
De la analítica de ayer se desprende que la hemoglobina ha subido un poco. Nos alejamos algo más de ese umbral de 80 g/l, puesto que con los 103 que tenía ayer vamos progresando. Del resto de valores pocos cambios en una semana. Seguiremos una semana más con la tripulación de tierra, pues al comentarles el tema de la pérdida de sensibilidad en los dedos de las manos, la semana que viene mandarán el jueves a un doctor para que lo vea y me cuente. Asi que estoy contento porque al menos, alguien podrá decirme algo. Les comentaré los valores de B12 y ácido fólico que un neurólogo ha marcado a mi gran amiga Eli para un tema parecido. Desde aquí darte Eli las gracias, en el día a día nos hacemos terapia mutua, pero tu tesón es digno de un gran monumento. Gracias de todo corazón. Ojalá te dé un poco de tregua lo tuyo. Te lo mereces de todo corazón y así lo deseo.
Hoy, mi Diario, amanece con nubes pero sin lluvia, lo que se agradece tras estos días previos de agua. Tras dejar a los grumetes en la escuela, daremos un paseo hasta la oficina donde celebran el día de Santa Lucía, con los cantos típicos de Santa Lucía y con los dulces de azafrán del 13 de diciembre. Después paseo hasta llegar a esos 10-12 kilómetros con los que me marco el objetivo diario para poder seguir recuperándome físicamente y volver poco a poco. Luego llegar a casa y hacer la comida y estudiar un poco.
Y mi querido Diario nada más.
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