Querido cuaderno de Bitácora, décimo tercer día del primer viaje.
Ayer no hubo grandes novedades. He seguido recibiendo durante la noche la visita de mi ya frecuente “amigo”, el desvelo, insomnio, etc. tras solo unas pocas horas de un sueño no muy profundo. En fin, nada que este grumete no haya experimentado durante estos trece días de travesía. Sí que cabe destacar la visita después de las viandas del tripulante de tierra, con nuevas pócimas con las que poder descansar un poco más. Las nuevas pócimas han hecho que haya podido descansar durante más tiempo.
La noche empezó como de costumbre pero me tomé la nueva pócima para poder combatir a mi “amigo” nocturno. Dormí varias horas y empezó poco a poco a dolerme el pecho, punzadas que se iban y venían. Hasta llegar al punto de ser muy dolorosas. Usando los medios facilitados por la tripulación de tierra contacto con ellos y deciden que lo mejor es pedir un carruaje especial con tripulantes entrenados.
Así que viene el carruaje especial para poner rumbo al barco, donde allí me aguarda una tripulación especial para analizar el origen de mis punzadas en el pencho. Cabe reseñar, que este barco solo admite a grumetes que estén previamente en el sistema, a nadie más. Me sacan un poco del preciado líquido rojo, y me llenan de cables. Tras un tiempo, que no se hace muy largo, todo parece estar bien. Falsa alarma grumete. Los valores que refleja el análiss del líquido, es que nada está raro. Pero algo súper importante en este viaje, las defensas que se habían ido de viaje están volviendo. Y poco más del tiempo de estancia en el barco. El capitán de esta tripulación me da el ok a abandonar el barco, prescribiendo nueva pócima para mi estomago y cambio de pócima para dormir. Momento el cual cojo el carruaje rumbo casa.
Siguiendo los consejos del capitán toda la familia iremos a pasear, con los grumetillos que ya han aprendido a usar ese artilugio con ruedas y pedales. Siempre y cuando no llueva. Luego tarde de andar en casa y quizás hacer viandas distintas para la cena o para mañana.
Ya veremos cómo acaba el día. Por lo demás, no tenemos planes de grupos, y quizás dado que aun ando bajo de defensas, evitamos un peligro. Es momento de cuidarse para afrontar con buen pie la tercera y apasionante semana de este primer viaje.
Diario, por hoy poco más que comentarte.
¡Ánimo, campeón, con la semana entrante!!